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Tubérculos: qué son y qué tipos podemos encontrar

Los tubérculos van mucho más allá de la patata. Se trata de ingredientes muy utilizados en la dieta mediterránea y que forman parte de nuestra alimentación diaria. Hoy, en el blog de Frutas Charito, te contamos todo sobre los tubérculos, qué son y qué tipos podemos encontrar. ¡Sus propiedades te sorprenderán!

¿Qué es un tubérculo?

En botánica, los tubérculos son parte de la raíz o un tallo subterráneo que las plantas suelen utilizar para almacenar energía, y de ahí proviene su característica forma gruesa. Ahí se acumulan los nutrientes y el agua, por lo que es una parte muy importante de la planta. La característica más común de todos los tubérculos es que crecen bajo tierra, una forma de defensa ante la climatología externa.

Tipos de tubérculos

Ahora que ya sabes qué son los tubérculos, pasaremos a hablar de qué tipos de tubérculos existen. Hay una gran variedad de tubérculos en el mercado, pero podemos agruparlos en dos tipos: los de tallo y los de raíz.

Tubérculos de tallo

Se trata de aquellos tubérculos que crecen muy cerquita de la superficie y que suelen crecer desde el tallo de la planta. Las raíces se van desarrollando a partir de este tallo engrosado. El ejemplo por antonomasia de los tubérculos de tallo es la patata.

Tubérculos de raíz

Este tipo de tubérculos son directamente la raíz de la planta donde se acumulan nutrientes y agua. Las zanahorias serían el ejemplo perfecto de los tubérculos de raíz, pudiendo crecer tanto en medio como al final de ella.

Los tubérculos como base de una dieta saludable

Estas verduras son una gran fuente de minerales como el potasio o magnesio, esenciales para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. También tienen una gran cantidad de fibras solubles que ayudan a mejorar los procesos digestivos. Y son una gran fuente de energía gracias a carbohidratos complejos como el almidón.

Los tubérculos en la cocina

Hay muchísimas formas de comerse un tubérculo en la cocina y, a continuación, te contamos algunas de ellas para que las tomes como ideas para incluir en tu recetario:

  • Cremas. Los tubérculos son una opción genial para realizar cremas, sobre todo si no quieres utilizar lácteos, ya que le aportará mucha textura y jugosidad.
  • Salsas y humus. También puedes realizar deliciosas salsas para acompañar a tus platos o cremas tipo humus, un tentempié de lo más saludable.
  • Fritos, en tempura o al horno. Los tubérculos como la patata o el boniato son ideales para cocinarlos fritos, en tempura o al horno y ser el complemento perfecto para cualquiera de tus comidas.
  • Batidos y smoothies. Puede parecerte raro, pero un batido donde incluyas zanahoria o remolacha, te aportará mucha energía y, si lo mezclas con algún cítrico como la naranja, estarán deliciosos.

¿Cómo almacenar tubérculos?

No todos los tubérculos se deben almacenar en la nevera. Las zanahorias, nabos, rábanos y remolachas sí que se conservarán mejor con el frío del frigorífico. Pero el resto, bastará con almacenarlos en lugar fresco y alejado de la luz. Así que, colócalos en una canasta de mimbre para estimular la circulación del aire y que duren más tiempo.

Ahora, ya conoces un poco más acerca del mundo de los tubérculos, qué son y qué tipos podemos encontrar. Por eso, es el momento de sacar tu lado cocinillas y disfrutar de estos vegetales tan deliciosos y llenos de vitaminas y minerales. Consigue los tubérculos más frescos en Frutas Charito y disfruta de todo su sabor.