Calendario de frutas y verduras de temporada

A pesar de que las más conocidas son las de hoja verde, podemos encontrar acelgas de muchos colores como rosas, blancas o amarillas. Todo depende de la variedad que escojamos. Lo cierto es que la acelga es un tipo de verdura muy versátil que se adapta a cualquier clima. Por eso podemos encontrarla durante casi todo el año.

Los aguacates son un fruto tropical, por lo que necesitan temperaturas cálidas. Por ello, en la península se produce en pocas zonas, una de ellas es la zona de la Comunidad Valenciana. Si quieres conocer su madurez, el truco está en quitarle el “botón superior” y mirar el color interior del fruto. Si lo ves de color verde, significa que está duro, mientras que si está de color amarillo quiere decir que está listo para comer, si es de color marrón significa que está pasado.

El apio se puede comer tanto crudo como cocinado, sobretodo los tallos, mientras que las hojas se usan mucho para hacer deliciosos caldos y guisos. Una de sus cualidades es que tiene calorías negativas, es decir, quema calorías gracias a su alta densidad de agua y fibra.

El brócoli es una verdura propia de temporadas frías o templadas, por ello podemos encontrarlo durante el otoño/invierno. Pertenece a la familia de las crucíferas y podemos comerlo tanto crudo como cocinado, acompañado o no de otras verduras. Además, es una hortaliza que aporta gran cantidad de vitaminas del grupo B a nuestro organismo.

Los cardos son un producto muy típico de invierno y de la gastronomía del norte de la península. Es un arbusto perenne muy rico en hierro y calcio ¿Sabias que es pariente lejano de la alcachofa?

Son un producto muy típico de Europa, que se cultivan en meses fríos del año. Aunque las coles no le gustan a todo el mundo, lo cierto es que cuentan con mucha vitamina C y calcio (más que las naranjas y la leche, incluso).

Se llaman así porque fueron los belgas quienes comenzaron a cultivarlas, precisamente porque la propia planta tolera muy bien las zonas frías. Al igual que el brócoli, las coles de Bruselas pertenecen a la familia de las crucíferas.

La mejor temporada para comer coliflor es el invierno, ya que llegado el verano su precio será superior y el tamaño será considerablemente reducido. A pesar de que muchas personas opinan que al cocinarla desprende un olor no muy agradable, lo cierto es que tiene un riquísimo sabor y combina con cualquier otro alimento a modo de guarnición.

Los mejores meses para disfrutar de la endibia es desde el otoño hasta las primeras semanas del verano. Es un alimento rico en fibra con un sabor muy particular, destaca por su amargor. Sin embargo hay trucos para eliminar o neutralizarlo y poder disfrutar de esta hortaliza.

La temporada de las espinacas abarca desde el otoño a la primavera. Lo mejor de esta verdura es que se conserva muy bien durante mucho tiempo. La mejor forma de consumirla para aprovechar todas sus propiedades es cruda.

El kiwi es un producto importado de Nueva Zelanda, que se encuentra en el top de los productos más importados. Es una fruta que madura en invierno y se puede consumir desde octubre hasta marzo. Cuenta con muchísimas propiedades, la más destacada es la gran cantidad de vitamina C que posee y su fibra.

De la lechuga podemos disfrutar todo el año, ya que es apta para todos los climas. Es muy beneficiosa para la salud por contar con antioxidantes, nutrientes y vitaminas. Podemos encontrar cuatro tipos diferentes de lechugas, aunque la mejor de todas es la romana. Una peculiaridad de las lechugas: cuanto más oscuras son sus hojas, más nutritiva es.

Podemos encontrar limones casi todo el año, desde otoño hasta mitad del verano. Es una fruta rica en vitamina C, como casi todos los cítricos. Viene genial para estimular el sistema inmunitario y defendernos de los virus y bacterias.

La temporada de las mandarinas abarca desde octubre hasta marzo. Un truco para elegir y comprar las mejores y más jugosas, es tener en cuenta su peso respecto a su tamaño al igual que su olor (cuanto más intenso, más madura). En este caso, la cáscara no tiene nada que ver.

La mejor temporada para las naranjas es el otoño y el invierno ¡Justo cuando nos resfriamos, qué casualidad! La naranja es uno de los productos nacionales más consumidos y exportados internacionalmente.

En Europa se cultiva nabo desde hace miles de años, pero con la llegada de la patata desde América dejo de ser un producto de consumo diario. Es propio de climas templados y fríos, por ello podemos encontrarlo en los meses de otoño e invierno.

En realidad, el pomelo que se consume en Europa es un híbrido de los originarios de China, que se cultivaban hace miles de años. En España no es tan común comerlo, como en otros países.

Como pasa con el resto de cítricos, la mejor época para consumirlos es en otoño e invierno.

Los puerros pertenecen a la familia de las cebollas y los ajos, de hecho su sabor tiene ligeros toques de estas dos verduras. Aunque lo que más se consume es el bulbo, sus hojas también son comestibles.

La remolacha es un tubérculo típicamente mediterráneo, que se suele consumir cocida, aunque hay quién la prefiere cruda en ensaladas. Existen varios tipos de remolachas, aunque la más conocida es la morada.

Podemos encontrar zanahorias casi todo el año. Aunque su color habitual es el naranja, también podemos encontrarlas en colores como el morado o blanco, procedentes de China.

Lo cierto es que la temporada para disfrutar de los espárragos es muy corta, ya que podemos encontrarlos frescos al inicio de la primavera. Normalmente, los que encontramos el resto del año proceden de Perú.

Los guisantes pertenecen a la familia de la legumbres, aunque mucha gente los considera verduras. Los mejores meses para comerlos son los de la primavera.

¿Sabías que la alcachofa tiene dos temporadas? Otoño y primavera, en función del clima en el que se coseche y produzca. Por eso, es muy común encontrarla de forma intermitente.

Lo cierto es que aunque la cebolla se produce y recolecta durante la primavera, podemos encontrarla durante todo el año gracias a su buena conservación.

Aunque podemos disfrutar de los rábanos a principios de primavera, lo cierto es que es una planta que se cultiva en verano. Esto se debe a que es un producto muy cultivado por casi todo el mundo, sobretodo en invernaderos.

Aunque las fresas florecen a finales del invierno, no es hasta principios de la primavera cuando podemos disfrutar de ellas hasta el verano. Sus muchas propiedades favorecen la circulación sanguínea.

Las habas tienen una temporalidad muy corta, solamente 3 meses. De hecho, en el frigorífico solo aguantan unos cuatro días. Las habas frescas tienen muchas propiedades nutricionales, por ello son un alimento muy recomendable.

Podemos comenzar a disfrutarlo a finales de la primavera y durante todo el verano. El albaricoque es una fruta que tiene una larga conservación, ya que después de cosechado continúa madurando. Además, los albaricoques secos están deliciosos y nos ayudará a poder degustarlos pasada su temporada.

Tano las cerezas como las picotas cuentan con una temporada muy corta, desde mayo hasta julio. Las más populares en nuestro país son las del Valle del Jerte, que cuentan con DOP. En España somos uno de los país con más exportación de cerezas en el mundo.

A pesar de que las setas y hogos prosperan con la humedad y se suelen recolectar en otoño, hay algunas variedades que se pueden encontrar en primaveras, gracias a las lluvias de esta temporada como es el caso de los champiñones.

La sandía es una de las frutas más típicas del verano. Florece en mayo/junio y 40 días después ya se pueden recolectar. Es un alimento con una amplia variedad de vitaminas y minerales, que además aporta licopeno y nos hidrata muchísimo.

Sin duda uno de los mejores meses para degustar las frambuesas es junio. Es una fruta muy perecedera y delicada, que nos aportan antioxidantes y vitamina C, además de calcio, potasio, hierro y magnesio.

Son una hortaliza que la podemos encontrar en un montón de variedades y colores. En España la producción de pimientos se realiza por medio de invernaderos que mantengan las condiciones adecuadas de temperatura, humedad y luz. Por este motivo, podemos encontrar pimientos en las tiendas en cualquier época del año, a pesar de que su temporada natural es en junio.

El pepino es una de las hortalizas más típicas del verano, que es cuando la producción de éste se encuentra en plenos rendimiento. Es un producto típicamente mediterráneo, aunque su origen es de la India.

Los calabacines necesitan climas calurosos para crecer, por ello podemos disfrutarlos en verano. Sin embargo, al igual que con otros productos, la creación de invernaderos para su producción, hace que podamos comprarlos durante todo el año ¿Sabías que sus flores también son comestibles?

Un aspecto positivo de los ajos es su larga conservación. De hecho se recolectan en primavera y se almacenan para poder disfrutarlos durante todo el año. Cuenta con un montón de beneficios para la salud, además es un antibiótico natural.

La patata es un alimento que podemos encontrar en casi todo el mundo y en todo tipo de variedades. Por ello, se ha convertido en uno de los alimentos básicos para el ser humano a lo largo de la historia.

Aunque podemos encontrar tomates durante todo el año, gracias a los invernaderos, su verdadera temporada es el mes de julio, ya que con el sol del verano es cuando alcanzan su verdadero punto de maduración y sabor.

Las moras son unas bayas que se pueden recolectar de dos formas diferentes, bien desde unos arbustos con nombre “zarzamora” o bien desde unos árboles llamados moredas. En cualquiera de las dos variantes, el mejor momento para recolectarlas es cuando adquieren un preciosos color negro brillante, que es su punto óptimo de madurez.

Aunque los melocotones tienen un sabor espectacular, su aporte en nutrientes en un tanto moderado y no destaca por aportar ninguna vitamina en concreto. Aunque sí aporta grandes dosis de fibra y potasio.

Las nectarinas on una variante del melocotón, aunque mucha gente cree que se trata de un híbrido entre ciruela y melocotón. Es muy recomendable para combatir el estreñimiento y para cuidar de la vista, la piel, cabello y uñas.

¿Quién no piensa en verano y automáticamente recuerda el melón? Es una de las frutas del verano por excelencia. Podemos encontrar un montón de variedades en función de su procedencia, en España el más famoso es el de piel de sapo.

En realidad, el 80% de la composición del melón es agua, por ello es un estupendo hidratante.

Es un alimento muy típico del mediterráneo, que podemos emplear en un montón de recetas. La variante de remolacha azucarera es de las más famosas, sobretodo en Andalucía y su industria.

Podemos encontrar peras tanto en verano como en invierno, dependiendo de las temperaturas que necesiten para madurar y variedades. Aunque las peras de invierno se conservan mejor que las de verano.

Las podemos encontrar en verano ya que necesitan muchas horas de sol y calor para que puedan crecer. Las berenjenas que compramos en invierno proceden de invernaderos u otros países.

Los higos son un alimento típicamente mediterráneo, que tienen una temporada muy corta. Por ello, sólo podemos encontrarlos en agosto. Sus fibras solubles nos ayudan a controlar los niveles de colesterol y glucosa, además nos regulan el tránsito intestinal.

Es una fruta rica en vitamina C, ácido fólico, polifenoles y antioxidantes. Además, la granada ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y tiene propiedades antiinflamatorias. Su temporada de consumo es de septiembre a noviembre, aunque su estupenda conservación, permite que podamos encontrarla algunos meses después.

Es una de las frutas más famosas y antiguas. Cuenta con muchas propiedades nutritivas por ello es una de las frutas más completas. Tienen fibra, por ello regula el intestino, efecto saciante y drenante y nos protege el corazón. Aunque existen miles de variedades de manzanas, que nos permiten consumirla durante todo el año, el mes de septiembre es la mejor época para disfrutarla.

Es uno de los alimentos básicos de la dieta mediterránea y podemos encontrar todo tipo de variedades con diferentes características. Podemos encontrar uvas desde finales del verano hasta principio de invierno.

Aunque conocemos muy pocas variedades, existen 300 tipos de este alimento. El que más destaca es el maíz dulce por su alta cantidad de carbohidratos y minerales como el magnesio, fósforo y potasio. Es muy recomendables para las personas celiacas.

Es un producto muy sensible al frío, por ello su mejor temporada es el principio del otoño. La calabaza es rica en fibra, mejora la visión y la piel, y ayuda al sistema autoinmune

La batata es un tubérculo dulce que sirve tanto para postres como para platos salados. Cuenta con un perfil nutricional impresionante, 2gr de batata contiene: 4g de fibra, 24g de carbohidratos, 103 calorías y 0g de grasa. Además, aporta minerales como el calcio, fósforo, potasio y mangnesio, también tiene vitamina A y C

Las mandarinas son un producto que podemos encontrar desde noviembre hasta casi marzo. Es rica en antioxidantes, por ello nos ayuda a tener una piel más sana y joven, al igual que el cabello y las uñas, gracias a su vitamina B12. También refuerza el sistema inmunológico.

Las limas nos aportan gran cantidad de vitamina C y antioxidantes. Son un buen astringente y una estupenda alternativa al vinagre.

Noviembre es de nuevo temporada de alcachofas. Es un alimento que proviene del norte de África y se ha convertido en una hortaliza muy preciada en nuestra península. Cuenta con vitaminas A, C y del grupo B.

Tanto los champiñones como las setas crecen gracias a la humedad. Por ello, gracias a las lluvias, el otoño es la mejor época del año para encontrarlos y degustarlos. Durante esta temporada podemos disfrutar de variantes como los rebozuelos, níscalo, boletus o trompetillas.

El caqui también es conocido como persimón. Es una fruta que suele estar disponible a partir de noviembre y que en diciembre encuentra su mayor plenitud. Esta deliciosa fruta nos aporta gran cantidad de hidratos de carbono y posee alta concentración de calorías. También son ricos en fibra y tienen alto contenido en calcio.